Este año el festival zemos98 propone un encuentro de videastas en principio con formato abierto, saliendo del formalismo y del formato de conferencias, ponencias, etc, que tienen lugar en otros festivales. Este año zemos98 propone un encuentro más humano sin dejar de ser profesional, partiendo concretamente del tema que vertebra el festival: "más allá de la televisión".

El formato del encuentro se está realizando atendiendo a la diversidad de los videastas de la sección oficial que se han desplazado hasta la sede del festival desde sus distintas procedencias: Jean Marc Simonnet (París, Francia) con su trabajo Les Insolés, Philip Newcombe (Newbury, Reino Unido) con Snap, Joan Carles Martorell (La Palma, Canarias, España) con Batman by your side, Yolanda de los Bueis (Londres, Reino Unido) con 6 or 7 wot is its, Pere Ginard y Laura Ginés (Barcelona, España) con Dramatis Personae y por último se incorporará Mauro Entrialgo Ibarrondo (Madrid, España) con Desde mis ventanas.

El encuentro se ha ido produciendo desde hace cuatro días con la llegada de los videastas, sin embargo oficialmente se ha dividido en dos sesiones, una el viernes en la sobremesa, en que expusieron su trabajo los tres primeros, y otra prevista en el mismo esquema la tarde del sábado. Conversaron sobre las ideas en que se inspiraron para sus creaciones, el proceso creativo, sus influencias, y se construyó un diálogo de crítica constructiva en que intervinieron el resto de los videastas como espectadores, una simbiosis entre creadores que se convierten en espectadores y a la inversa.

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Las entradas de hoy sábado estarán disponibles a partir de las 11 horas en la sede de zemos98 en el Monasterio de San Clemente. En las Taquillas del Teatro Lope de Vega se han agotado.

El resto de actividades de zemos98 son de acceso gratuito y sin invitaciones hasta completar aforo, así que te pedimos puntualidad. Hemos extraído de nuestro programa el mapa de los espacios zemos98, por si tienes dudas de cómo llegar a los sitios.

Una ecuación se define como una "igualdad que contiene una o más incógnitas". La música muchas veces se construye de manera que el lenguaje que la crea y los impulsos que la generan hacen de su percepción algo indescifrable. Pero qué más da no conocer el origen de algo si aún así somos capaces de sentirlo en tiempo presente.

Dat Politics estuvo anoche en el Teatro Alameda y quebró la ecuación. Ésta se formaba por una incognita principal que es la que plantea zemos98 como condición inicial para sus "conciertos audiovisuales": consumirlos sentados. Más adelante quizás aclaremos esto o hablemos en profundidad, pues se trata de un debate muy interesante. Pero hubo un momento en la actuación de ayer que sólo se le puede atribuir a los instantes en que dejan de servir las fórmulas matemáticas y sólo vale sentir.

Su pop electrónico y distorsionado, sus voces deformadas, su ritmo frenético y sobre todo su entrega encima del escenario hicieron que el público se rindiera a la evidencia, se levantara y se lanzara a bailar. Fue muy emocionante. Más allá de la música...Dat Politics.

En las profundidades de la oscuridad habitan los monstruos. Ellos emiten sonidos que nos aterran y nos desconciertan. Pero basta con alumbrar su mundo un poco para descubrir que hay algo más allá. Más allá de los ruidos hay un proceso de trabajo.Y ese nuestro monstruo es un ser que él mismo reeduca a los "escuchantes". Ayer se demostró que es posible abarrotar la sala Endanza - colaborador indispensable para esto en Sevilla - con una propuesta llena de esas otras frecuencias.

Si lo sonoro está lleno de matices, el público decide bien cuál es su sentido. Puede que haya un poco de pose posmoderna en todo eso, pero lo cierto es que tanto el público habitual como el nuevo quedó encantado con las propuestas de Dj Amsia y de PITA+JADE, propuestas cada una de ellas completamente distintas pero al mismo tiempo complementarias.

Si Amsia muestra un estilo analógico, manipulador y artesano PITA+JADE cumplieron las espectativas de esa suma de background, de ese saber hacer europeo, directo, incisivo y sin tiempo para buscar los sonidos más allá del laptop.

La arena es un elemento natural que se forma por el desgaste de las conchas cuando las olas golpean la costa en su incesante afán de ganarle sitio a la tierra. La arena representa el pasado, pues de ella se nutren pequeñas piezas de antiguos cuerpos vivos cuyas corazas pasaron a formar parte de este cementerio colectivo de recuerdos y caparazones. Pero también es el presente de una lucha constante de movimientos y cambios, de subidas y bajadas, de días y noches. Raz Mesinai es arena. Pero también es mar.

Anoche, en ese dormitorio de los sueños árabes que es el Pabellón Hassan II (Fundación 3 Culturas), Raz Mesinai (aka Badawi) nos llevó de la mano por las costas de todo el mundo. Las playas que separan los sonidos terrestres, que suenan a madera y a piel, que se conforman de manera tribal y acústica, en un tributo a los sonidos puros, que se crean de los instrumentos que aún son fieles a su naturaleza, de los otros sonidos, los distorsionados, los electrónicos, los postmodernos...

Raz Mesinai, a través de una flauta, un piano de cola, una pandereta oriental y varios distorsionadores electrónicos, fue capaz en apenas de una hora de hacernos sentir al mismo tiempo en una tetería su tierra natal en Jerusalén, que en una sala de diseño de New York, con sonidos que iban de escorpiones a tubos de escape, de sueños lejanos a realidades concretas.