¿Qué hace Facebook con tus datos personales?

Michel Bauwens postea un vídeo corto sobre Facebook en el blog de la P2P Foundation que nos muestra qué pasa con nuestros datos en esta red social:

Google Maps Streetview en Sevilla

Google Maps Streetview

Aunque algunos transeúntes puedan temer por su privacidad si Google decide sacarles en una toma, la compañia ya ha anunciado que borrará la cara de los peatones para que no sean reconocidos. Este servicio ya causó cierta polémica por algunas imágenes en las que se veía a ciudadanos en situaciones comprometidas que podían poner en peligro su derecho a la privacidad.

Y no pasa nada.

Los coches de Google ya recorren Sevilla

Intrusos ignorantes y entrometidos

Entonces, examinas esas tres cosas y ves lo que dicen, ves lo que las grandes figuras han escrito sobre eso. Todos dicen (cito en parte) que la población general son “intrusos ignorantes y entrometidos”. Tenemos que mantenerlos lejos de la arena pública porque son demasiado estúpidos y si tomaran parte todo lo que harían sería crear problemas. Su sitio es ser “espectadores”, no “participantes”.

Se les permite votar de vez en cuando, escoger a alguno de nosotros, los tipos listos. Pero luego se supone que deben volver a casa y hacer cualquier otra cosa, mirar el fútbol o lo que sea. Pero los “intrusos ignorantes y entrometidos” tienen que ser “espectadores, no participantes”. Los participantes son lo que se llama la “gente responsable” y, por supuesto, el escritor siempre es uno de ellos. Nunca te preguntas, ¿por qué yo soy un “hombre responsable” y aquel otro está en la cárcel? La respuesta es bastante evidente. Es porque tú eres obediente y estás subordinado al poder, y esa otra persona puede ser independiente, etc. Pero no te lo preguntas, claro. Así que tenemos a esos tipos listos que se supone que deben dirigir el cotarro y el resto se supone que estará fuera de eso, y no deberíamos sucumbir (y cito de un artículo académico) “a los dogmatismos democráticos de que los hombres son los mejores jueces de sus propios intereses”. No lo son. Son unos jueces malísimos de sus propios intereses, así que tenemos que hacerlo nosotros por su propio bien.

Creo que nunca me cansaré de releer -por revelador- este artículo de N. Chomsky, que está sacado de una conferencia realizada en el Z Media Institute en junio de 1997 y reproducido en Rebelión con el título ¿Qué hace que los medios convencionales sean tan convencionales?.

Noam Chomsky es “el mismo” que en 1998 avisó a los navegantes con aquello de:

Si no hacemos nada, Internet y el cable estarán monopolizados dentro de diez o quince años por las megacorporaciones empresariales, la gente no conoce que en sus manos está la posibilidad de disponer de estos instrumentos tecnológicos en vez de dejárselos a las grandes compañías. Para ello, hace falta coordinación entre los grupos que se oponen a esa monopolización, utilizando la tecnología con creatividad, inteligencia y iniciativa para promocionar, por ejemplo, la educación.

¿El poder de la inteligencia colectiva en red y la web 2.0 de qué parte están: de las megacorporaciones empresariales o de los grupos coordinados que se oponen a esa monopolización?

Entrevista a Richard Stallman en español

La entrevista es del programa la Nit al Dia de Televisió de Catalunya y he llegado aquí a través de Loogic.

(…) Desde ahora cambiar o modificar una receta es ser pirata. Era mi enojo, cuando los desarrolladores decían que compartir o cambiar programas es ser pirata, no es verdad, ser piratas es atacar naves, es muy malo, pero compartir programas o recetas con su prójimo es bueno, por lo tanto es bueno bajarse música de internet, sí, porque nadie puede legítimamente prohibir la compartición entre la gente. Comprendo y estoy de acuerdo en que sea útil apoyar a los músicos de alguna manera, un sistema de derecho de copia sobre el uso comercial de la música puede ser bueno, ya que no es el mismo caso que las obras funcionales, de uso práctico como el softwre o recetas, las obras de uso práctico deben ser libres, los usuarios deben tener la libertad de usarlos incluso comercialmente y cambiarlos pero la música es diferente porque no es útil, es arte. Arte y obras útiles es difirente.

Primera Parte

Segunda Parte

Al final del segundo vídeo envía un curioso mensaje a Zapatero:

Hay algo que decir a Zapatero (…) Hay un plan de usar las bombas de Madrid como excusas para imponer vigilancia y quitar libertades a todos. Presentadora: ¿Habla de la administración norteamericana? No, no, de la Unión Europea (…) Y cuando pregunta alguien si esta medida es de verdad necesaria o vale lo que cuesta en libertad, evitan el tema diciendo "el mundo ahora es peligroso", no se puede preguntar si puede mantener su libertad. Pero si Zapatero dice "ya teníamos un ataque y un ataque basta, no aceptaremos un segundo ataque a nuestra libertad, no se puede usar un ataque a España como excusa", si el jefe de españa está en contra, sólo Zapatero puede resistir.

Traducción de “Scroogled” (“Engoogleados”), de Cory Doctorow

Hace un par de semanas hablábamos del relato de Cory Doctorow "Scroogled" en torno al punto de partida que le planteaba la revista Radar. El propio Doctorow, en Boing Boing, acaba de publicar que Felixe y Marisol han colaborado en la traducción al español del relato.

Esta traducción al español mexicano es una colaboración entre Marisol y Felixe. Nos basamos en la historia original publicada en la revista Radar Online y en una primera traducción al francés.

Para los que deseen leer la obra en algún otro formato también ponemos la versión en español del PDF: engoogleados.pdf y, por si deseas cocinar tu propia versión (para PDA, para xhtml o lo que gustes) de la versión en texto: engoogleados.txt

Descargar "Engoogleados" en PDF.

Vía Boing Boing y Trikinhuelas.

Scroogled, de Cory Doctorow

Desde Boing Boing leo la entrevista con Cory Doctorow que The Wall Street Journal acaba de publicar al hilo del relato Scroogled que le encargaron a Doctorow con el siguiente punto de partida: "Escribe un relato sobre el día en que Google se convirtió en malvado".

In science-fiction author Cory Doctorow’s short story "Scroogled", a woman shrugs when she sees "Immigration–Powered by Google" on an airport sign, but that’s just the beginning of the search giant’s presence in a not-too-distant future.

The story, published in Radar Magazine’s latest issue, envisions a world in which Google turns into Big Brother. Customs agents grill travelers about their search queries, public places are swept by webcams and officials look for terrorist connections in social-networking sites. All of this is made possible by Google’s powerful search tools and the company’s willingness to share its trove of personal data with the government.

El relato ha sido publicado bajo licencia Creative Commons en Radar Magazine. En la entrevista, Doctorow contesta a una pregunta en la que el periodista le dice si hay señales de que Google realmente pueda hacer eso, si hay algo que le preocupe realmente por parte de Google:

WSJ.com: Are there signs of that at Google? Are they doing something that concerns you?
Mr. Doctorow: Sure, absolutely, there have been lots of signs of that. I mean, one of the things that I think is in Google’s DNA is a real tension about, on the one hand, being good to people, but on the other hand, acquiring as much information about them as they can, under the rubric that it allows them to be better to people.
And it does, a lot of the time. There are lots of ways in which Google knowing more about you makes Google better for you. But without much regard to what’s happening in the world around us, in an era in which the national security apparatus has turned into a kind of lumbering, savage, giant toddler, it behooves us to not leave things within arm’s reach that it might stick in its mouth. And that includes things like my search history. And I’d prefer that Google not be storing a lot of that stuff, especially today, especially after Patriot [Act] and so on. They’re inviting abuse, I think, by doing that. The steps you don’t save can’t be subpoenaed. And by saving them, Google is inviting a subpoena.
So Google’s always had this kind of "We will collect all your information, and it will belong to us, and you won’t be able to take it away, but it’s OK because we’ll only do good things for you" attitude, and that’s a bit of a problem.

Así comienza el relato:

Greg landed at San Francisco International Airport at 8 p.m., but by the time he’d made it to the front of the customs line, it was after midnight. He’d emerged from first class, brown as a nut, unshaven, and loose-limbed after a month on the beach in Cabo (scuba diving three days a week, seducing French college girls the rest of the time). When he’d left the city a month before, he’d been a stoop-shouldered, potbellied wreck. Now he was a bronze god, drawing admiring glances from the stews at the front of the cabin.

Four hours later in the customs line, he’d slid from god back to man. His slight buzz had worn off, sweat ran down the crack of his ass, and his shoulders and neck were so tense his upper back felt like a tennis racket. The batteries on his iPod had long since died, leaving him with nothing to do except eavesdrop on the middle-age couple ahead of him.

"The marvels of modern technology," said the woman, shrugging at a nearby sign: Immigration—Powered by Google.

Leer el relato Scroogled completo

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