¡Al cuerno Ángela Channing!
En 1992, las mujeres de Córdoba estaban hechizadas frente al televisor por obra y gracia de los culebrones, de reciente creación. Desde el ayuntamiento de Córdoba, se lanza la propuesta a distintas asociaciones de mujeres de hacer un «culebrón alternativo». La experiencia resulta una verdadera línea de fuga para muchas mujeres de condiciones de vida insoportables: pegadas a los electrodomésticos en casa, sometidas a formas de patriarcado grotescas, etc.
La factura de los guiones es colectiva, cooperativa. Se promueven otros modelos de identificación distintos a los habituales (la protagonista ya no es Angela Channing, ni los problemas son los de «Los ricos también lloran») y se emplea toda la creatividad y el ingenio inhibidos durante tantísimo tiempo.
El proceso de autoformación y autovalorización es tan intenso que transforma efectivamente las vidas de todas las mujeres que participaron en aquella experiencia hasta el mismo día de hoy.
En la siguiente entrevista hablamos con tres de ellas (Lola Alabander, Marisol Macías y Margarita Huerto) y con la responsable de la iniciativa desde el ayuntamiento de Córdoba (María José Moruno). Sus voces se fundieron durante la entrevista en una narración colectiva donde es díficil distinguir quién era quién (excepto en el caso de María José), y quizá no sea en absoluto importante.