Camuflaje, arte y guerra

Camuflaje artístico para la guerra

Sin defensas efectivas y desmoralizados, los aliados encontraron una solución: los exploradores aéreos y la fotografía. Estos posibilitaron la creación de divisiones especiales para evolucionar el arte del camuflaje en los días en que no existía el radar. Los franceses fueron los pioneros al contratar a artistas para crear métodos que disimulasen la presencia y acción de sus tropas, así como de equipos y otros objetos de destrucción. La mayoría de los intentos fracasó, pero la idea se perfeccionó y durante años pasar desapercibido ante el enemigo fue el objetivo de pintores, ingenieros, artesanos y escultores.

Intrusos ignorantes y entrometidos

Entonces, examinas esas tres cosas y ves lo que dicen, ves lo que las grandes figuras han escrito sobre eso. Todos dicen (cito en parte) que la población general son “intrusos ignorantes y entrometidos”. Tenemos que mantenerlos lejos de la arena pública porque son demasiado estúpidos y si tomaran parte todo lo que harían sería crear problemas. Su sitio es ser “espectadores”, no “participantes”.

Se les permite votar de vez en cuando, escoger a alguno de nosotros, los tipos listos. Pero luego se supone que deben volver a casa y hacer cualquier otra cosa, mirar el fútbol o lo que sea. Pero los “intrusos ignorantes y entrometidos” tienen que ser “espectadores, no participantes”. Los participantes son lo que se llama la “gente responsable” y, por supuesto, el escritor siempre es uno de ellos. Nunca te preguntas, ¿por qué yo soy un “hombre responsable” y aquel otro está en la cárcel? La respuesta es bastante evidente. Es porque tú eres obediente y estás subordinado al poder, y esa otra persona puede ser independiente, etc. Pero no te lo preguntas, claro. Así que tenemos a esos tipos listos que se supone que deben dirigir el cotarro y el resto se supone que estará fuera de eso, y no deberíamos sucumbir (y cito de un artículo académico) “a los dogmatismos democráticos de que los hombres son los mejores jueces de sus propios intereses”. No lo son. Son unos jueces malísimos de sus propios intereses, así que tenemos que hacerlo nosotros por su propio bien.

Creo que nunca me cansaré de releer -por revelador- este artículo de N. Chomsky, que está sacado de una conferencia realizada en el Z Media Institute en junio de 1997 y reproducido en Rebelión con el título ¿Qué hace que los medios convencionales sean tan convencionales?.

Noam Chomsky es “el mismo” que en 1998 avisó a los navegantes con aquello de:

Si no hacemos nada, Internet y el cable estarán monopolizados dentro de diez o quince años por las megacorporaciones empresariales, la gente no conoce que en sus manos está la posibilidad de disponer de estos instrumentos tecnológicos en vez de dejárselos a las grandes compañías. Para ello, hace falta coordinación entre los grupos que se oponen a esa monopolización, utilizando la tecnología con creatividad, inteligencia y iniciativa para promocionar, por ejemplo, la educación.

¿El poder de la inteligencia colectiva en red y la web 2.0 de qué parte están: de las megacorporaciones empresariales o de los grupos coordinados que se oponen a esa monopolización?

Vigilancia vigilada

Everything is under control

Video IP – Monitoreo Urbano

Algunos datos que parecen en el siguiente (y escalofriante) vídeo:

  • Un nuevo concepto de vigilancia permanente para solucionar problemas
  • Tranquilidad para los ciudadanos
  • Eficiencia y agilidad para las fuerzas y cuerpos de seguridad
  • Tecnología y bienestar
  • Monitorea entradas y salidas de la ciudad
  • Vigila escuelas y puntos con gran flujo de personas, así como lugares con alta peligrosidad
  • Visión permanente y vigilante
  • De 267 cámaras, 55 se instalan en escuelas para seguridad de alumnos y profesores

http://www.tecnicaseguridad.com.ar

Regale perímetros de seguridad

Por fin llega una tecnología en el ámbito doméstico que consigue conciliar la polémica relación entre seguridad y privacidad. Regale a su familiar o amigo más cercano su propio espacio seguro, su lebensraum personal para desarrollarse como persona en la intimidad, sin relaconarse con nadie en búsqueda de la pureza absoluta, con la seguridad que permite saber que uno no va a ser molestado ni interrumpido por nadie. Tenga ese detalle con su pareja o, mejor, déjele caer que le gustaría tener uno de esos perímetros de seguridad tan divertidos.

Además, se puede complementar con un TeleSpy Intrusion Detector, en caso de que no estemos presentes dentro de nuestro perímetro de seguridad y algún listo sobrepase nuestras propiedad. Para casos de extrema precaución, recomiendo encarecidamente ver el vídeo explicativo de este genial sistema de alarma, tan simpático para nuestros niños. A ver cómo se las arregla la intrépida mamá para cotillear entre sus cosas…

Consta de 3 sensores que crean un triángulo con los típicos rayos que al cruzarlos, suena una alarma bastante sonora, con la que sabremos cuando alguien está invadiendo nuestro espacio. Por lo menos ahora podrémos saber cuando están cerca de nuestros secretos.

Lo he visto en No puedo creer que lo hayan inventado, donde también dan grandes ideas para otros regalos de navidad tan entretenidos y pedagógicos como la caja fuerte para niños, la cerradura biométrica o el Room Defender.

Más ideas para regalar si estás obsesionado con la seguridad y la privacidad.

Expected Curtain

Este concepto del diseñador Mino Kodama sobre la idea de hacer más seguro el hogar, consiste en una cortina que tiene impresas unas misteriosas figuras que están ocultas durante el día pero aparecen al contacto con la luz eléctrica, haciendo creer que no estás sólo en casa. Si alguna vez llega a producirse en serie, nuestra sugerencia es que pudiera elegirse entre varios tipos de siluetas: mafiosos malencarados, equipo de rugby o inspección de Hacienda. Fundamental apagar la luz antes de salir de casa a emborracharse o el regreso puede ser de infarto. Eduardo Lozano. [Designpotter vía MAKE]

Lo ví en Gizmodo.

Os contaré un secreto. En casa de mis padres, de toda la vida, hemos dejado la luz del salón encendida para que no diera la sensación de que el piso estaba vacío. Desde que vivo solo, es algo que hago por “herencia”. Ahora bien, como mi padre vea el invento de Mino Kodama, va a preguntarme si lo compramos…

Hoy en los periódicos se habla de control total

Muy buen reportaje sobre videovigilancia de Mónica C. Belaza, a la que ya enlazábamos aquí en relación a otro tema en torno a nuestro panel de control, en aquel caso la apostasía, y que ahora no podíamos dejar de citar con este tema (saliendo en portada). Como cuenta Versvs, es para estar de enhorabuena que se intente ver desde los grandes medios (y desde un punto de vista crítico) algunos de estos temas relacionados con la intimidad y privacidad, ya que a nosotros pocos son los que nos siguen y, seguramente, los que nos leen ya están más que concienciados…

También en portada del día de ayer, pero esta vez en El Mundo, otra vez el Gran Hermano. David Jiménez habla como enviado especial a China de Shenzhen y su proyecto de “vigilancia total” a través de las omnipresentes, en estos temas, “nuevas tecnologías”.

Nada escapa al régimen: el nombre, la raza, la edad y el estado civil aparecen en primer lugar. También el número de hijos, para comprobar si el individuo investigado cumple con la ley de natalidad que prohibe tener más de un descendiente. ¿Ha pagado sus impuestos? El sistema creado por la empresa China Public Security Technology desvela los pagos y los compara con los datos aportados por la empresa que ha contratado a la persona. ¿Multas pendientes o antecedentes penales? El Gobierno chino tiene ahora la capacidad de saberlo con sólo mirar a los monitores de una central informática cuya localización no ha sido desvelada.

Según El Mundo, la ONG Human Rights in China habla de que “el peligro está en que China carece de un sistema judicial independiente que pueda mantener un equilibrio entre el mantenimiento del orden público y la protección de los individuos”, mientras que en España “no hay ley que regule la videovigilancia privada, lo que no significa de que no haya límites ni orden en esta materia. Se aplican la Ley de Derecho al Honor, Intimidad y Propia Imagen, la Ley de Protección de Datos, la Ley de Seguridad Privada y, sobre todo, una instrucción de diciembre de 2006 de la Agencia de Protección de Datos específica sobre el tema. Con esta normativa en la mano, ¿quién y cómo puede tomar estas imágenes? ¿Para qué? ¿Cómo debe usarlas? ¿Por cuánto tiempo puede guardarlas? ¿Puede cederlas? Algunas de estas cuestiones están claras. Otras, se van configurando con cada caso concreto”, dice El País.

Parece que en China “el Gobierno podría identificar a los líderes del movimiento en apenas unos minutos gracias a las cámaras de vídeo y presentarse en su casa para llevar a cabo las detenciones. “Es una tecnología que puede utilizarse de forma efectiva para llevar a cabo represión política”, según Human Rights in China”, mientras que en España, webs como Opentopia (www.opentopia.com) y “la sofisticación imparable de los sistemas de captación y difusión de imágenes hacen cada vez más difícil el control. La intimidad está, finalmente, perdiendo la batalla que libra desde hace años contra la seguridad. Quizá incluso ahora mismo aparezca usted en Internet mientras lee este reportaje en el bar de la esquina de su casa”.

Si ambos reportajes, ambos en portada de dos de los periódicos más leídos, hablan del mismo tema con más o menos los mismos argumentos (el peligro que internet y las nuevas tecnologías pueden ocasionar en relación al control y la seguridad, RFID, aumento exacerbado de la videovigilancia, alusión al “Gran Hermano” o Bentham, la falta de intimidad en el espacio público, carencia de un sistema legal claro al respecto…), pero refiriéndose a sistemas políticos aparentemente apuestos (democracia monarquía parlamentaria vs. dictadura socialista)…

¿Cuáles son las diferencias entre el Gran Hermano de allí y el de acá?, ¿qué diferencia hay entre la excusa que pone China y su programa Escudo Dorado, supuestamente ideado para la lucha contra el crimen y el terrorismo, y las excusas de la videovigilancia no regulada en taxis, espacios de trabajo o cajeros automóticos, la del propio terrorismo, claro?. David acaba con “El aumento de la delincuencia, una población joven adaptada a las nuevas tecnologías y una arraigada cultura de vigilancia del otro hacen de Shenzhen el lugar ideal para ensayar la versión china de ‘Gran Hermano’”. En zonas de alta delincuencia en cualquiera de nuestras ciudades, con una población joven adaptada a las nuevas tecnologías y una, no cabe duda, arraigada cultura de vigilancia, Shenzhen no queda tan lejos.

Si hay que tomar conciencia de todo esto, que no suene a ciencia ficción… que para eso ya están las novelas.

Por cierto, Mónica aporta dos enlaces realmente prácticos y de los que seguro seguiremos hablando:

Cómo denunciar ante Protección de Datos (PDF)

Informe de la Agencia de Protección de Datos sobre videovigilancia

Todo ello complementable con la aproximación que hace algunos días hacíamos a la situación legal de las cámaras de videovigilancia con motivo del curso Feliz 1984, del que seguiremos hablando.

Compartir vs. Control

HERBERT WEST comenta en el post sobre “Feliz 1984″: ¿es posible hacer una crítica cultural a la sociedad control?:

Lo más divertido de todo es que esas cámaras de las que habláis tanto, no están coordinadas entre sí -impidiendo el control- y muchas de ellas ni siquiera graban lo que “vigilan”.

Pero más divertido aún resulta lo fácil que es ejercer “control” sobre vuestro colectivo gracias a las miles de huellas que dejáis por la Red. Saber quiénes sois, por dónde os movéis, cuáles son vuestros espacios personales, quiénes son vuestros amigos, contactos, etc.

Lo planteo como una reflexión, nada más.

Le contesto:

Tienes razón en que los sistemas de videovigilancia no están conectados (o eso creemos). El problema es que lo están pensando. En Londres, donde hay 1 cámara por cada 14 ciudadanos, donde cada diez segundos una cámara diferente capta una imagen de ti, ¿te imaginas que conectaran esos sistemas? Podrían hacer una peli de nosotros, y eso nos preocupa. ¿Es posible escapar a ello? Seguramente no, pero la única arma arrojadiza que podemos utilizar ante esta vigilancia es ser críticos con ella, es ser conscientes de que exista, es no naturalizar la cuestión. Por eso hablamos de la videovigilancia como género de ficción, porque está presente en el imaginario social y porque los medios no plantean ningún tipo de reflexión.

Es sencillo saber quiénes somos, por dónde nos movemos, cuáles son nuestros espacios personales, quiénes son nuestros amigos, contactos, etc. porque asó lo hemos decidido, porque nuestro proceso de trabajo es visible y abierto, porque nos gusta compartirlo con otros, porque pensamos que fomenta la creación y la recreación de cultura y pensamiento crítico.

Ahora bien, ¿esto facilita que ejerzan “control” sobre nosotros? Ahí ya dudo un poco. ¿Quién nos controla por trabajar de esta forma? Como diría enjuto mojamuto, ¿quién te envía?

Gracias por la reflexión, sigamos pensando.

Dosis de control