Casos de tortura policial y videovigilancia

Los casos de tortura policial en España no son hechos aislados, según Amnistía junto a Amnistía destaca la ‘utilidad’ de las cámaras en los interrogatorios para detectar malos tratos dan que pensar. Es desde luego preocupante que exista tortura (y existe), pero la propuesta de solución ante el problema que plantea Amnistía Internacional (AI) -instalación de sistemas audiovisuales de grabación en todas las comisarías del país- es sin duda muy polémica.

Como suele pasar en estos casos, aparecen por un lado los que apelan al derecho a la seguridad frente a los que están en desacuerdo planteando los derechos de privacidad y/o libertad, el debate se plantea, como presentamos en el libro de Panel de Control, entre las libertades civiles y la “ideología de la seguridad”. AI se debe sentir como el niño al que preguntan si quiere más a mamá o a papá, teniendo en cuenta que pretenden "contribuir a que se observen los derechos humanos en todo el mundo".

Uno de los problemas más serios en este tipo de noticias y declaraciones (más allá de la tortura en sí misma) es la naturalidad con que se trata el tema de la instalación y uso de cámaras de videovigilancia. Es como el caso de los taxistas que comentábamos hace unos días.

La progresiva implantación de la cámaras de vigilancia en espacios públicos, privados, lugares de trabajo, consumo y ocio, convierte ya en “invisibles” estas máquinas de visión, dispuestas a conocer nuestros hábitos, nuestros “tics”, pero también nuestros deseos o intenciones. Este “querer saber” convierte a la persona observada en personaje por efecto de la mirada “ficcionante”. Nos ocurre a nosotros mismos al observar en una pantalla a aquel que no se sabe observado. Nuestro poder sobre él lo ejercemos imaginando por un momento su vida, su procedencia, pensamos con una curiosidad característica, porque somos curiosos por naturaleza, por definición; pero pensamos también deseando desenlaces y este sentimiento es más complejo, más elaborado, ha sido educado.

El debate no se centra prácticamente nunca en la crítica hacia una sociedad cada vez más vigilada y centrada en una "cultura del miedo" y la paranoia. Sino que fomenta precisamente esa impronta de seguridad que los medios se encargan de lanzar sin mayor análisis o reprobación.

Los medios tienen una enorme responsabilidad en la conformación de esta paranoia colectiva como parte del imaginario social, pero han de hacer comprender que tienen la posibilidad y diría que la obligación de aportar un punto de vista distinto al que marcan las agendas políticas y hacer un esfuerzo por hacer comprender al ciudadano por qué estamos entrando en un camino hacia una sociedad vigilada.

Fundación Rodríguez desarrolla en su texto "La videovigilancia como género" precisamente una crítica constructiva acerca del uso de la videovigilancia:

La presencia de cámaras de videovigilancia es cada vez más habitual en el paisaje de la ciudad, en el mobiliario urbano a través de grandes torres de vigilancia de tráfico o mediante su integración en el diseño arquitectónico. Del mismo modo, las imágenes que proporcionan estas cámaras son capaces de conformar percepciones subjetivas y “elecubraciones ficcionantes”, participando cada vez con mayor peso en el universo mediático y en el imaginario social. La videovigilancia se transforma así en un género narrativo con subgéneros que van desde el humor hasta el suspense y el horror.

¿Los ciudadanos son conscientes del carácter coactivo del sometimiento a esta videovigilancia? ¿Se acepta como algo natural? ¿Es posible que no haya muestras de insurrección ante la mirada ajena invisibilizada pero siempre presente?

Parece obvio que la seguridad tenga mayor relevancia cuando se enfrenta a los derechos de libertad o privacidad, siempre que la cesión de esa libertad o privacidad esté justificada por la certeza de estar seguros (esto es complicado). Lo que no está demostrado es que las cámaras sirvan realmente para algo, más allá de la espectacularización que se hace de las imágenes en telediarios cada vez más sensacionalistas y maniqueos. De hecho, cuatro millones de cámaras (las que hay en Londres, por ejemplo) no han servido de mucho. Hay un uso indiscriminado y masivo de la videovigilancia, pero hay muy poco pensamiento crítico al respecto en los medios, en la política y, por ende, en la sociedad. Quizás no sea muy científico, pero leer los comentarios de la noticia de 20minutos.es me deja perplejo ante el consentimiento de los ciudadanos.

Tecnología contratecnología

La tecnología se puede usar para protegerse del abuso de la tecnología. Si los gobiernos o las empresas se pasan, la calle desarrollará métodos para la defensa. Un ejemplo clásico es la capucha, o ‘hoodie’ en el Reino Unido, que impide que las ubicuas cámaras de seguridad reconozcan al viandante y devuelve así la privacidad. Pero la tecnología puede volverse contra sí misma. Así nacieron el mando a distancia que apaga todos los televisores a la vista, o las bombillas infrarrojas que interfieren con los sistemas de lectura automática de matrículas, como los radares de tráfico. Ahora acaba de nacer el desconectador individual de móviles. Una caja negra que acaba con cualquier conversación de móvil en 10 metros a la redonda sin dar una pista: un aparato perfecto para el saboteador urbano que desea detener los abusos del móvil en el espacio público. Como el conocimiento no es cerrado, la guerra de contramedidas continuará, si el comercio y el estado siguen abusando. Lo pasmoso de los anuncios personalizados que asaltaban a los usuarios del metro en la película ‘Minority Report’ es que nadie pensara en llevar gafas de sol para librarse de ellos. Qué curioso que este tipo de defensas sea ilegal…

Yo, por ser sólo domingo, añado así a bote pronto acciones la Guía para la destrucción de sistemas CCTV de RTMark o el trabajo antisurveillance de Bill Brown y los SCP y documentación como el libro de Cómo hacer de Espías y la tira de Techno Tuesday :)

Vía Retiario.

Entrevista a Richard Stallman en español

La entrevista es del programa la Nit al Dia de Televisió de Catalunya y he llegado aquí a través de Loogic.

(…) Desde ahora cambiar o modificar una receta es ser pirata. Era mi enojo, cuando los desarrolladores decían que compartir o cambiar programas es ser pirata, no es verdad, ser piratas es atacar naves, es muy malo, pero compartir programas o recetas con su prójimo es bueno, por lo tanto es bueno bajarse música de internet, sí, porque nadie puede legítimamente prohibir la compartición entre la gente. Comprendo y estoy de acuerdo en que sea útil apoyar a los músicos de alguna manera, un sistema de derecho de copia sobre el uso comercial de la música puede ser bueno, ya que no es el mismo caso que las obras funcionales, de uso práctico como el softwre o recetas, las obras de uso práctico deben ser libres, los usuarios deben tener la libertad de usarlos incluso comercialmente y cambiarlos pero la música es diferente porque no es útil, es arte. Arte y obras útiles es difirente.

Primera Parte

Segunda Parte

Al final del segundo vídeo envía un curioso mensaje a Zapatero:

Hay algo que decir a Zapatero (…) Hay un plan de usar las bombas de Madrid como excusas para imponer vigilancia y quitar libertades a todos. Presentadora: ¿Habla de la administración norteamericana? No, no, de la Unión Europea (…) Y cuando pregunta alguien si esta medida es de verdad necesaria o vale lo que cuesta en libertad, evitan el tema diciendo "el mundo ahora es peligroso", no se puede preguntar si puede mantener su libertad. Pero si Zapatero dice "ya teníamos un ataque y un ataque basta, no aceptaremos un segundo ataque a nuestra libertad, no se puede usar un ataque a España como excusa", si el jefe de españa está en contra, sólo Zapatero puede resistir.

Ciclo de cine “Distopías” en CSOA Casas Viejas

Hace poco hacíamos referencia a una de las cuatro pelis (Código 46) que proponen desde el CSOA Casas Viejas. Desde FFFFOUND! me recordaban un enlace que tenía hace tiempo en mi del.icio.us: Top 50 Dystopian Movies of All Time y que ahora también viene al caso. Y recuerdo cuando en incongruente (ahora alojado en blogs ZEMOS98) empezaba a investigar este panel de control con la palabra distopía casi como inicio.

CSOA Casas Viejas RESISTE – Ciclo de cine “distopías”
[ VER CARTEL]
Distopía. Utopía negativa donde la realidad transcurre en términos opuestos a los de una sociedad ideal, es decir, en una sociedad opresiva, totalitaria o indeseable. El término fue acuñado como antónimo de utopía y se usa principalmente para hacer referencia a una sociedad ficticia (frecuentemente emplazada en el futuro cercano) en donde las tendencias sociales se llevan a extremos apocalípticos.

22 – 25 octubre, 21.30h.

ENTRADA GRATUITA-APOYA LA RESISTENCIA.

Lunes 22
Farenheit 451 (ver en google video)
De François Truffaut, Reino Unido, 1966. 98 min.
Fahrenheit 451 es la temperatura a la que arde el papel de los libros. Guy Montag, un disciplinado bombero encargado de quemar los libros prohibidos por el gobierno, conoce a una revolucionaria maestra que se atreve a leer. De pronto, se encuentra transformado en un fugitivo, obligado a escoger no sólo entre dos mujeres, sino entre su seguridad personal y su libertad intelectual.

Martes 23
Brazil (ver trailer)
De Terry Gilliam. Estados Unidos, 1985. 142 min.
Sam Lowry es un tecnócrata eficiente pero soñador con un puesto de tercera categoría dentro de la gigantesca máquina burocrática que mueve (o paraliza) a una antiutopía opresiva, inhumana, hundida por la ineficiencia y amenazada por el terrorismo. Un error en un apellido debido a una mosca caída en la cabeza de un teletipo provoca la detención errónea de un inocente, de consecuencias fatales para éste. Como oficialmente no existen errores en el sistema burocrático, nadie quiere hacerse cargo del papeleo excepto el bienintencionado Lowry. Durante su visita a la familia del fallecido tiene un encuentro casual con su vecina, a la que reconoce como la mujer de sus sueños. Sin embargo ésta huye.

Miercoles 24
Gattaca (ver trailer)
De Michael Winterbottom. Reino Unido, 2003. 90 min.
Ambientada en un posible futuro próximo, donde los ciudadanos están du-ramente controlados por el gobierno. La gente no puede viajar sin un seguro especial de viaje y sin pasar estrictos controles de seguridad. William, un hombre casado, inspector de seguros, es enviado a una de las ciudades a investigar un caso de estafa. Durante el transcurso de sus investigaciones conocerá a una joven falsificadora, de quien se enamorará. Sin embargo, sólo podrán estar juntos el tiempo que dura su seguro de viaje: 24 horas.

Jueves 25
Código 46 (ver vídeo)
De Andrew Niccol. Estados Unidos, 1997. 106 min.
En la sociedad del futuro Gattaca se busca la perfección absoluta, llegando así los seres humanos a ser diseñados genéticamente para que sus cometidos sean realizados sin el más mínimo error. Vincent Freeman, nacido de manera natural y con imperfecciones genéticas, anhela convertirse en piloto espacial. Para ello tendrá que cambiar su identidad.

CSOA Casas Viejas
c/ antonia saenz 12

Sousveillance culture

Literal desde we-make-money-not-art

Marisa Olson set up and moderated a fantastic panel yesterday afternoon at Conflux about Souveillance Culture. The panel was sponsored by Rhizome and gathered Amy Alexander, Jill Magid and Hasan Elahi, 3 artists whose work engages surveillance and explore the cultural and political implications of sousveillance. The panel assumed that we live in a surveilled society but also in a culture that likes to show and tell. Our society has shifted from one that cherished its right to privacy to a society that promotes the idea "if you see something, say something."

Amy Alexander’s talk, Software, Surveillance, Scareness & Subjectivity was a presentation of SVEN: Surveillance Video Entertainment Network aka "AI to the People", a software performance or installation for public spaces that she developed together with Wojciech Kosma, Vincent Rabaud with Nikhil Rasiwasia and Jesse Gilbert.

Seguir leyendo el post de Regine.

Wojciech Kosma estuvo invitado por ZEMOS98 para la exposición "Panel de Control" participando en modo taller/workshop sobre el trabajo de SVEN en el CAAC. Algunas fotos del taller las tengo en mi flickr.

Feliz 1984

Guide to Closed Circuit Television (CCTV) destruction

Un texto de rtmark

Esta guía es una traducción del original “Guide to Closed Circuit Television (CCTV) destruction” escrita en 2001 por rtmark. La traducción forma parte del proceso de investigación llevado a cabo por el colectivo ZEMOS98 y Fundación Rodríguez de cara a la exposición PANEL DE CONTROL. Interruptores críticos para una sociedad vigilada. que estará presente en el Monasterio de San Clemente – sede oficial de ZEMOS98 [novena edición] del 20 al 30 de marzo.

 

Todos los métodos descritos en esta guía han sido rigurosamente comprobados en la práctica. Por favor, presta especial atención al apartado de entrenamiento. Enviar comentarios, sugerencias y actualizaciones a: cctv@rtmark.com Última actualización del documento original: septiembre 2001.

¿PORQUÉ DESTRUIR CÁMARAS DE CCTV?

1.1) ¿Porqué destruir cámaras cctv? Confía en tus instintos pero, si necesitas una justificación intelectual, entonces:

“La mirada de la cámara no se enfoca a todo usuario de la calle de igual manera sino a aquellos quienes están predeterminados como descaminados – de forma estereotipo -, a través de sus apariencias o maneras de ser, están marcados como no respetables. De esta manera, la juventud, sobre todo aquella considerada socialmente y económicamente marginal, puede que esté sometida a unos niveles de intervención autoritaria y estigmatización oficial aún más grande y, en vez de contribuir a la justicia social por medio de la reducción de victimización, las cámaras de CCTV serán meramente un instrumento de injusticia a través de una política policial aún más diferenciada y discriminatoria.”.

“un instrumento de control social y de la producción de disciplina; la producción de ’conformidad anticipada ’; la certeza de una respuesta rápida a un comportamiento visto como descaminado y la confección de dossiers individualizados de la población monitorizada.”

“The unforgiving Eye: CCTV surveillance in public space”(El ojo que no perdona: Vigilancia CCTV en el espacio público), Dr Clive Norris y Gary Armstrong del Centre for Criminology and Criminal Justice at Hull University, UK.

“Lo que hemos mostrado es que las cámaras de CCTV no redujo el crimen – incluso habrá aumentado – y tampoco redujo el miedo en torno al crimen. Incluso, ha habido un pequeño aumento de ansiedad sobre el tema.” Professor Jason Ditton de Sheffield University.

(seguir leyendo…)

Surveillance Camera Players – 1984

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