En su conferencia Futuros retos para la educación: Comunidades, cultura libre y propiedad intelectual, Lemos ha realizado un recorrido por las contradicciones del copyright en una sociedad que necesita de fórmulas más flexibles, en este contexto diríamos expandidas, para facilitar la educación dentro de una cultura libre.
Tomando como ejemplo su país, Ronaldo ha demostrado con datos cómo la cultura popular está cada vez menos representada en las industrias culturales, ya sea en la música, la prensa o la venta de libros, mientras va colándose en paralelo en una cultura colaborativa que emerge con gran fuerza. Prueba de ello son el volumen de entradas en la Wikipedia en portugués (que superan a las españolas), pero también la tendencia a sacar versiones propias y situadas de modelos de gestión colaborativa como puede ser el espacio VideoLog que nace incluso antes que YouTube, el portal SciELO para la publicación académica o el medio de periodismo ciudadano Overmundo cofundado por el propio Lemos.
Sería mentira, por tanto, decir que no hay interés o mercado para la cultura, muy al contrario revelan los problemas básicos que genera el copyright : a) se aplica automáticamente, b) controla casi todo el contenido y c) es muy difícil conseguir permiso para actuar.
Para demostrar esta situación, Ronaldo nos regala algunos ejemplos de contradicciones, paradojas y tragedias a las que nos enfrentamos siendo usuarios y propietarios de copyright:
Cómo hacer una película por un puñado de dólares y acabar hipotecado por el copyright.
El caso de Darknet: la guerra de las multinacionales contra la generación digital y el futuro de los medios audiovisuales (ver reseña).
Cuando te hacen fotografías y no puedes recuperarlas (el caso de la comunidad Ikpeng que quiso retomar documentos del antropólogo Jesco Puttkamer)
Vale Tudo, una telenovela brasileña, cuyos archivos no son accesibles desde la productora pero sí desde los márgenes continuamente expandidos en YouTube.
Campaña de la ABDR brasileña (algo así como CEDRO en España) para condenar el uso de fotocopias en las universidades. Lo más curioso es que el precio de los libros universitarios ronda entre los 200 y los 500 dólares mientras que los fondos disponibles en bibliotecas sólo tocan a unos 5 libros por cada 100 estudiantes.
Hasta aquí Ronaldo Lemos nos presenta cómo el copyright es una barrera para la reutilización y la reconstrucción cultural, pero también lo asocia a un problema de acceso a la cultura según los modelos de distribución tradicionales. El dato es demoledor: mientras en Brasil sólo hay 200 bibliotecas para 200 millones de habitantes, nos encontramos con 90.000 lan-houses (tipo cibercafés) que se han expandido por todo el territorio nacional (ver vídeo).
¿Qué solución nos queda ante esta situación contradictoria? Además de expandir las prácticas, Ronaldo propone expandir también las leyes y encontrar fórmulas a medio camino entre el dominio público, el fair use, las licencias CC, GNU, etc. para escribir leyes que aborden una reforma del copyright acorde a los nuevos tiempos: algo así como un legal commons . En Brasil están de hecho en ese proceso de cambio normativo y será un proceso a seguir de cerca para ver en qué desemboca.
Pero también hay un social commons , que R. Lemos define como "cualquier situación en la que la propiedad intelectual no se conoce, no se reivindica o es irrelevante y hay un acuerdo tácito para su uso". Estos "social commons" o procomunes sociales son prácticas que surgen de lo periférico y se apropian de la tecnología para producir cultura y conocimiento. Os dejamos con ejemplos en el género de manga amateur Döjinshi pero también en la música que nace de Brasil Tecnobrega. Para leer más sobre este tema, recomendamos la lectura del capítulo de Ronaldo Lemos en Access to Knowdledge in Brasil, New research on intellectual property, innovation and development (2008, pdf).
Conferencia de Ronaldo Lemos en audio (español, traducción)
Conferencia de Ronaldo Lemos en audio (inglés, original)