Educación Expandida // Entrevista a Brian Lamb extraída de la web de la UOC

Simposio Educación Expandida
Un proyecto de ZEMOS98 y Juan Freire // 22 a 29 de Marzo de 2009

Entrevista a Brian Lamb extraída de la web de la UOC

POR Leo Ruffini 25/03/09 //

Brian Lamb es coordinador de proyectos de la Oficina de Tecnología de Aprendizaje en la Universidad de la Columbia Británica (UBC), donde dirige iniciativas sobre medios reutilizables, publicación personal y software social en el campus, y asesora sobre estos temas. No obstante, prefiere autodefinirse como «descoordinador», porque las tecnologías que más le interesan tienden a ser las rápidas, baratas y fuera de control.
Como amante de las ideas transgresoras y fuera de la corriente dominante, le encantan los nuevos medios que nos brindan la posibilidad de escuchar a gente a la que no podíamos escuchar algunos años atrás. Por eso llamó a su blog Abject Learning (’Aprendizaje abyecto’).

Enero de 2009. Una entrevista de Leo Ruffini, ingeniero industrial y periodista.

«El futuro va a suceder. La cuestión es si nosotros tendremos alguna influencia en él»

Algunos enseñantes ven el web 2.0 como algo para colgar sus apuntes y puede que crear un foro. ¿Qué se están perdiendo?

Mi planteamiento es mirar qué funciona en el web 2.0 e intentar ver qué lecciones podemos sacar. Y parece que los proyectos que tienen éxito en él lo tienen mayoritariamente porque invitan a participar en ellos. Es la idea de que los individuos que hacen las cosas que quieren hacer pueden formar parte de algo más grande y general. La oportunidad de proporcionar retroacción, la idea de que una pieza de medios, una vez creada, puede ser reproducida, adaptada y mezclada con otras piezas de contenido... Eso es muy importante. La otra gran lección es que a veces nos resulta tentador a los que producimos artefactos de conocimiento intentar perfeccionarlos y pulirlos. Y, si damos un vistazo a los ejemplos con más aceptación de la cultura del web 2.0, como los vídeos de Ze Frank o los vídeos de Common Craft, vemos que están hechos con una tecnología relativamente poco avanzada. La energía, las ideas y una invitación a llevar estas ideas más allá parece ser lo realmente importante.

Así pues, el reto ya no es técnico, sino cultural.

Sí, creo que cada vez más; aunque para aquellos a los que nos gustan estas herramientas podría parecer que utilizarlas es más fácil de lo que realmente es. Porque una vez has utilizado el etiquetaje en Flickr, tiene más sentido cuando lo ves en Delicious. La formación y las destrezas son importantes, pero creo que llegados a este punto nuestra energía tiene que dirigirse a hacer que la gente se implique en un debate realmente abierto y sincero sobre cuáles deberían ser nuestros valores y nuestra enseñanza superior. Porque muchos de estos valores cambiados son sólo una conexión con los valores académicos tradicionales de compartir ideas, reiterar constantemente las propias ideas, ponerse retos, no instalarse en el dogma...

No obstante, algunos educadores ven estas nuevas tecnologías como una amenaza.

Entiendo su escepticismo. A nadie le gusta hacer las cosas de otra manera, especialmente si no puedes demostrar claramente su valor. Creo que la enseñanza superior está bajo amenaza. No podemos dar por descontadas nuestra cultura o nuestra financiación. Hay muchas razones muy legítimas por las que sentirse inseguro, pero creo que si la universidad trata estos retos directamente, puede crecer en un entorno de conocimiento más abierto y dividido, haciendo participar de una forma muy activa a una comunidad más amplia.

Como acaba de decir, uno de los puntos clave es demostrar que una innovación realmente añade algún valor, lo que a veces resulta difícil.

Hasta estos últimos años no hemos podido señalar ejemplos claros de que estas iniciativas funcionan en las aulas a los que decían «me estás enseñando herramientas muy vistosas y que quedan muy bien, pero ¿cómo mejorará esto el aprendizaje?». Ahora, cada vez que hablo ante un público, lo primero que les muestro es un proyecto de autoría de la Wikipedia de Jon Beasley-Murray llamado «Murder, Madness and Mayhem» (’Asesinato, locura y caos’). Lo que hizo fue, en vez de decir a los estudiantes «no vayáis a Wikipedia porque el contenido es pobre», decirles «la Wikipedia es muy pobre en el área de nuestra asignatura, o sea que vuestro trabajo es crear nuevas entradas para hacerla realmente buena».

¡Vaya!, ¡me gustaría tener un profesor que me planteara un reto como este!

Los estudiantes nunca habían trabajado tan duro en sus trabajos tradicionales, pero tuvieron una experiencia de aprendizaje auténtica y adquirieron destrezas tradicionales y de dominio de los nuevos medios. El resultado final fue increíble. Se calcula que unas 750.000 personas ven ese artículo cada año. ¡Y a la universidad le costó muy poco dinero hacerlo! O sea que, desde mi punto de vista, ahora puedo decir a los profesores «utilizad estas herramientas rápidas y baratas que tenéis disponibles, uníos a la comunidad más allá de la universidad y decid a vuestros estudiantes que, en vez de hacer el trabajo sólo porque vosotros lo decís, lo hagan para crear un trabajo público que sea valioso».

A usted le encantan los mashups (aplicaciones web híbridas o mezclas). ¿Puede explicar qué es un mashup de una forma sencilla?

El término mashup proviene de la cultura. Era la idea de que un disc-jockey tomara una pieza musical, pongamos una guitarra de los Sex Pistols y luego una pista vocal de Madonna, y a partir de ahí creara una obra musical que no sonara como una broma, sino que los dos componentes crearan algo nuevo.

Puede hacerse lo mismo con imágenes.

Ese fue el siguiente paso. Entonces la gente empezó a ampliar la idea al terreno de los datos. La idea es, por ejemplo, combinar fotos tomadas con teléfonos móviles con la información GPS del teléfono para situar de forma muy precisa esas imágenes en un plano de Barcelona. O combinar los datos de viviendas vacías en Vancouver que aparecen en los anuncios clasificados con el plano de la ciudad, de modo que pueda verse en qué vecindario se encuentran esas viviendas sin tener que recorrer toda la ciudad de arriba abajo.

Suena bien. ¿Cómo podemos aplicarlo a la enseñanza?

Esta es una muy buena pregunta. De alguna forma, tengo la misma sensación que tenía cuatro años atrás cuando la gente me preguntaba de qué modo los blogs y los wikis podían aplicarse a la enseñanza. Creo que, si la gente es capaz de aprender en más sitios, con más aparatos, si obtienen la información de modo que la puedan controlar fácilmente y de modo que para ellos sea valiosa, entonces los profesores y los estudiantes encontrarán una forma de utilizarlos de forma creativa. La habilidad de hacer más cosas con aparatos móviles será importante. Se puede esperar que los profesores empiecen a mandar a sus estudiantes a que documenten sus comunidades, recogiendo, por ejemplo, historias orales de las personas.

Cuando se utilizan mashups a menudo hay que confiar en cuatro o cinco fuentes de datos diferentes. ¿Qué ocurre si una de ellas falla?

Sí. ¿O qué ocurre si una de ellas no es fiable? Un colega de Inglaterra averiguó cómo sacar datos de la Wikipedia sobre poblaciones y ponerlos en Google Maps. Parecía una gran idea. Lo que ocurrió fue que la información de la Wikipedia no era exacta si se leía sin tener en cuenta la información contextual en la que se explicaba lo que significaban las cifras. A menudo peco de tener la actitud de «podemos hacerlo, o sea que deberíamos hacerlo», pero ahora podría ser uno de esos momentos en los que la tecnología cambia tan rápidamente que tenemos que ir con mucho cuidado para analizar de forma crítica cada paso. El alfabetismo de datos no consiste en ser capaz de manipular canales de información RSS, sino en ser capaz de seguir el rastro hacia atrás de las cosas para evaluar sus resultados. Por eso creo que para las instituciones de enseñanza superior es tan importante no esconderse de la tecnología. Tenemos un papel muy importante en esto. Históricamente, nuestra misión ha sido proporcionar respuestas críticas y analíticas a la sociedad en la que vivimos y me parece que lo que usted describe es uno de esos retos.

Sí, porque al final, puedes tener un mashup hecho de diferentes mashups, o sea que finalmente no sabes de dónde sale la información.

Sí. Las personas que tienen este temor tienen todo el derecho a tenerlo. Pero esto va a pasar tomemos parte o no en este mundo. Y no creo que tengamos la opción de decidir si participaremos en el futuro o no. El futuro va a ocurrir. La cuestión es «¿tendremos alguna influencia sobre él?». Creo que la sociedad será mucho más pobre si no nos implicamos, y tenemos que hacerlo también por razones egoístas.

¿Cuáles son los principales objetivos de su estancia en la UOC?

Me invitó Julià Minguillón para que trabajara específicamente en un par de proyectos. La idea central era cómo recoger una serie de recursos para la enseñanza de estadística que antes podrían haber quedado abandonados en una base de datos en alguna parte y crear una experiencia de aprendizaje utilizando el web 2.0. He mantenido reuniones con la UOC desde hace dos o tres años y siempre me ha impactado hasta qué punto es una institución activa en muchos aspectos: en el modo en que considera la enseñanza y el aprendizaje integrados, en el modo en que trabaja con sus proyectos tecnológicos. Hay mucha gente con talento trabajando en ella. Su compromiso con la comunidad de enseñanza abierta es extraordinario; en este campo son auténticos líderes globales.

Extraída de la Sala de prensa de la web de la UOC

Palabras clave //

Comentarios //

Todavía no hay ningún comentario.

Comentar


forum qui etes vous


Autores

Comentarios recientes

Archivo

Cómo suscribirse

Blogs de referencia

Palabras clave